domingo, 17 de junio de 2012

LA DANZA DE LAS SERPIENTES (parte III, final)


El día amaneció como cualquier otro en la ciudad dorada, el sol pintaba todo el mármol de los edificios con sus dorados rayos reflejados por los techos de oro. A media mañana el rey descendió a la plaza principal como era costumbre, y al caminar la gente arrojaba pétalos de flores para proteger sus pies del suelo, pero al pasar cerca de unos niños sintió una fragancia que jamás había olido en la ciudad dorada, ese olor sin embargo no le era del todo desconocido, él lo había percibido antes muchas veces, pero en un lugar muy distante, la simple idea de que se tratara de la misma fragancia era una locura se dijo a sí mismo. Pero entonces se apoderó de él un terror que se extendía por todo su ser y comenzaba a ahogar su respiración, por instante pensó que si ese perfume con el que estaban cubriendo su cuerpo provenía de donde el imaginaba todo por lo que había trabajado quedaría destruido. Mientras pensaba bajo su mirada al suelo, y entonces todas sus esperanzas quedaron destruidas, el terror dominó todo su ser y lentamente se fue alejando para dar paso al dolor. Pues bajos sus pies descalzos se encontraban esparcidos los hermosos pétalos amarillos del árbol de la vida.

Con un tono mezcla de asombro y desesperación preguntó quién y de dónde habían sacado esas flores que estaban bajo sus pies y con las cuales lo perfumaban. Unos niños hermosos y sonrientes respondieron que una serpiente blanca se las había dado como regalo para él. Esto causó confusión en su mente y no supo que decir, pues sabía que una ley sagrada había sido quebrantada por segunda vez y que esto llevaría a que la pena y el dolor penetraran en la ciudad y en las personas que tanto amaba.

Pero no tuvo tiempo de decir ninguna palabra, ya que apenas había despertado de su asombro, el cielo se oscureció y un viento frío comenzó a soplar, el día se convirtió en noche y desde las alturas descendieron los dioses con el rostro lleno de ira, pero con el corazón satisfecho por el exitoso plan que había concebido serpiente negra, que se hallaba de primera en el grupo. Al verlos descender supo que todo había sido una trampa, en su corazón sabía que algún día cobrarían venganza por haber dado la libertad a los hombres, y ese día llegó, en un instante de tiempo tan corto su mayor temor se había vuelto realidad. Su oscuro gemelo descendió en medio de la multitud y habló con palabras retumbantes como el trueno, asustando a todos los presentes como era su intensión.

____ Hoy se ha quebrantado una ley sagrada, y por lo tanto los culpables deben ser castigados. Dijo serpiente negra. Las flores del árbol de la vida han sido tocadas por las manos del hombre, y eso está prohibido.

____ Si existe algún culpable en todo esto, ese debo ser yo. Dijo serpiente emplumada. La tristeza lo consumía, sabía que tendría que marcharse de la ciudad dorada, y que los dioses retomarían el control y todo volvería a ser como antes.

____ Tranquilo mi querido hermano, que tú también tendrás tu castigo, como hombre has vivido en la ciudad dorada, y como uno de ellos has tocado las flores amarillas. Dijo serpiente negra con el corazón ardiendo en las llamas del rencor.

____ Aceptaré lo que digan, no pienso poner resistencia, pero dejen a mi pueblo fuera de esto, ellos no tienen la culpa de nada. Habló serpiente emplumada en tono suplicante.

____ Está bien, no le haremos nada a estos granos de maíz ambulantes, pero a cambio debes prometer que jamás volverás a pisar la ciudad dorada ni como hombre ni como dios, jamás volverás a intervenir en los asuntos del hombre, de ahora en adelante quedarás desterrado de la ciudad dorada y de la vida de los hombres. Dijo serpiente negra con su lengua seseante a través de la podredumbre de su boca.

Serpiente emplumada estaba destruido por la pena y el dolor, la tristeza se había apoderado de él, su hermano le había ganado y no había nada que él pudiera hacer para cambiar las cosas. Serpiente negra se acerco a él y con el veneno goteando de sus colmillos le habló en palabras susurrantes.

____ Largo tiempo esperé por este momento, cuantos días pasaron mientras yo en las sombras observaba tu esplendor, tu gracia, tu belleza. Mientras que a mí no me tocó nada. Dijo serpiente negra lleno de ira. Tú el más bello, el más inteligente, el héroe, el favorito de todos, tanto que te aceptaron como su rey incluso bajo esta miserable forma perecedera, incuso con este cuerpo putrefacto sigues conservando tu gracia. Decía serpiente negra llevado por la envidia.

____ Hermano pero qué dices, ambos somos dioses, nacidos de la misma pluma verdiazul en la noche eterna, juntos creamos al hombre y lo vimos caminar en la tierra durante el primer amanecer. Cada cual tiene sus atributos, tus palabras no tiene razón de ser. Dijo serpiente emplumada sintiendo compasión por su hermano.

____ No necesito tu compasión ni tu lástima, lo único que quiero es verte destruido, verte caer en las tinieblas, verte perder la gracia, mientras eres consumido por el dolor y la pena. Decía serpiente negra ahogado en su propio veneno.

____ Perderás todo lo que amas, todo lo que has construido y por lo que has luchado, se perderá bajo la ira de los dioses. Dijo serpiente negra.

____ Sabes que hemos ganado querido hermano, te atreviste a desafiarnos al darles el conocimiento, algo que era sólo nuestro, pero tu se los diste y los liberaste de nuestras cadenas. Habló serpiente negra como un juez que dicta una sentencia.

____ Ellos no son esclavos nuestros hermano, tienes que saber que siempre te he querido, eres mi hermano, pero no podía permitir que tú y los demás dioses los trataran como esclavos que sólo existen para satisfacer sus caprichos. Ellos son la mayor obra de la creación y como tal deben vivir. Dijo serpiente emplumada con lágrimas en los ojos, decepcionado por la visión sesgada de su hermano.

____ Pero de qué hablas, ellos no son más que granos de maíz, no son más que polvo de cacao que tú y yo decidimos unir y dar palabras de vida en el primer amanecer. Acaso ya olvidaste quiénes somos y quiénes son ellos. Serpiente negra hablaba a través del odio, y no había nada que cambiara su visión de las cosas.

____ Veo que no hay nada que pueda cambiar el estado de las cosas. Me iré para siempre a un lugar en donde ninguno me podrá encontrar. Pero no estoy  del todo triste, porque aunque tú y los demás dioses vuelvan a esclavizar a los hombres a través del miedo, esas cadenas no serán para siempre, tarde o temprano las romperán y ustedes habrán perdido. Yo rompí las únicas cadenas que no podía romper el hombre por voluntad propia y esas eran las cadenas de la ignorancia, pero como sabes querido hermano, esas ya no existen desde hace mucho tiempo. Dijo serpiente emplumada con una leve sonrisa y viendo a su hermano, como un adulto que ve a un niño que es demasiado pequeño para entender de lo que se le habla.

____ No importa lo que digas, el mundo ha vuelto a ser nuestro, gracias a tu error y a mi astucia los días de sangre seguirán y seguirán, y el hombre tembloroso y desnudo atrapado en las garras del miedo, no tendrá más opción que volver a nosotros. Dijo serpiente negra con aires de triunfo.

____ El día llegará en que nosotros seremos olvidados, y los dioses no serán más que recuerdos escritos en los libros de antaño, cuando ese día llegue todos pasaremos a la no existencia en medio del silencio, nadie escuchará el lamento de los dioses, y cuando eso  suceda recordarás este día, y recordarás mis palabras. Pero hasta entonces hermano disfruta de tu gloria, ocultó entre las sombras, envuelto entre la inmundicia en donde te regocijas. Dijo serpiente emplumada viendo a su hermano directamente a los ojos.
Se dio vuelta, se elevo entre la multitud que veía todo presa del pánico, tomó a tela púrpura que cubría sus hombros y la dejo caer al suelo, diciendo las siguientes palabras:

____ Siempre quise lo mejor para ustedes mis queridos hermanos. Desde el momento en que fueron creados sentí un amor profundo e inmenso por ustedes. No olviden lo que les he enseñado. Recuerden que ya no están ciegos, y que las cadenas del miedo pueden ser rotas en cualquier momento. No pierdan la esperanza, ni sientan desesperación porque me marcho, ya están listos para seguir adelante sin mí. Dicho esto voló por los aires y descendió en el punto más occidental de la ciudad, y así como llegó siglos atrás, así se marchaba ahora. Caminó con dirección hacia occidente hasta que desapareció de la vista. Nadie nunca lo volvió a ver, y lo que fue de él hasta ahora es un misterio.

No hace falta que de detalles lo que sucedió después, los dioses recuperaron el control sobre los hombres, serpiente negra comenzó por reclamar la sangre de esos dulces niños que tanto enloquecían su mente con su dulce aroma, todo volvió a ser como antes de que serpiente emplumada robara el conocimiento para dárselo al hombre, o por lo menos eso creímos en ese entonces. Los siglos pasaron los días de sangre, miedo y terror siguieron, y las sombras cubrieron lo que una vez fue la gloriosa ciudad dorada, nada quedó de lo que un día fue el orgullo de los hombres. Hasta que, una nueva creencia llegó del oriente, un nuevo dios se alzaba sobre todos los demás, este dios no ejercía control a través de miedo, hablaba de amor y perdón, no exigía sacrificios, al contrario él se ofrecía a sí mismo como sacrificio por los hombres, los alimentaba con su carne y calmaba la sed con su sangre, lo llamaba entrar en comunión con él, comer su cuerpo y beber su sangre era el camino a la vida eterna. Decía que todos los hombres eran hermanos y eran iguales, semejante idea era demente, un dios que no exige a los hombres sangre como sacrificio, sino que él  se sacrifica por los hombres, era absurdo, una ofensa a los dioses, simplemente el mundo cambiaba más rápido de lo que nosotros podíamos asimilar. Al principio todos creímos que era serpiente emplumada que había regresado del exilio, semejante blasfemia sólo podía provenir de él, pero después comprendimos que se trataba de alguien diferente, más grande que todos nosotros. Las proféticas palabras de serpiente emplumada se hicieron realidad, los dioses comenzamos a ser olvidados rápidamente, y la no existencia comenzó a devorarnos uno a uno, comenzando por serpiente negra, y tal como había dicho su hermano nadie escuchó sus gritos de agonía, despareció en medio del silencio. Uno a uno los antiguos dioses fuimos desapareciendo silentemente, durante siglos no se oyó ni un solo gemido, ningún grito llegó a los oídos del hombre. Como dije en un principio ya nadie nos recuerda, y como también dije han comenzado a olvidarlo a él, quien se proclama como el camino, la verdad, y la vida. Si le espera el mismo destino que a nosotros no puedo saberlo, pues mi triste fin se acerca, sé que me desvaneceré pronto con el último pétalo que caiga de los árboles sagrados. Que él desaparezca de la memoria de los hombres en esta era de materialismo, lógica y razón, es algo incierto, puede que sí, puede que no. Eso está más allá de mi vista y alcance.

       Por mi parte ha comenzado mi agonía, mis gritos de dolor son fuertes y agudos, sin embargo no hay oídos humanos que los oigan, me he convertido en una sombra de lo que solía ser. Ya no hay bosques sagrados, ya no existen selvas prohibidas. Mi nombre jamás volverá a ser cantado al viento, y tampoco volverá a ser inspiración de versos. Hoy muere el último de los dioses, no hay peor final que saber que después de ti no quedará nadie de tu especie que te recuerde, nadie que lamente tu desaparición. La no existencia, la nada, me devora, mis lamentos intentan llegar lejos, mas no se oyen, intentan escapar y el silencio los alcanza. Este es el último dolor que mi ser evanescente me causa, y estas las últimas palabras que digo. 



si te gustó lo que leíste la mejor forma de agradecerme es compartir el enlace con tus amigos en las redes sociales

2 comentarios:

  1. Muy bueno Jonathan! Te felicito :D ... Es como un Popol Vuh 2.0 definitivamente mejor redactado y más creativo... Si no supiera que tienes tanta imaginación creería que te comiste una "tortica de chocolate" Cuyaguera, mas creo que no te hizo ni hará falta ;)
    Estoy pendiente de leer y comentar otras historias así que me seguirás viendo muy seguido por entre las "sombras y las llamas" (espero no quemarme por eso).
    Buen Trabajo!!! :)

    ResponderEliminar
  2. Bueno yo nunca he probado el ingrediente secreto de las tortas de chocolate cuyagüeras, así que sus efectos en mi imaginación es desconocido. Tienes razón no me hace falta ninguna sustancia para avivar mi creatividad, Dios me dio bastante imaginación, a veces creo que me dio de más. Yo soy muy fanático de las mitologías, siempre me han fascinado las mitologías griega y nórdica, pero siempre he sentido un vacío por el hecho de que los latinoamericanos no tenemos una mitología propia, ni hay escritores que se hayan dispuesto crear sagas épicas basadas en nuestra cultura. Así que este fue un intento por llenar ese vacío con mi humilde y minúsculo cuento basado en nuestras raíces, una parte indígena, la del popol vuh, y otra, en la herencia que los españoles dejaron en nosotros.

    ResponderEliminar