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iempre he sentido que no pertenezco a este mundo, que
el mundo en que vivo no es este, que cuando estoy rodeado de personas me siento
extraño diferente. Por eso siempre he preferido la soledad, mi compañera, la
única. Dije que el mundo en que vivo no es este, y en verdad no lo es, el mundo
en el que vivo es irreal, irreverente, inmaterial, un mundo de locura, sueños e
ilusiones. Por eso me rechazan, me juzgan, por ser poco común, diferente,
anormal. Sin embargo no les doy importancia, más bien siento lastima por ellos,
esclavos de su propio mundo, conformes con sus patéticas vidas, sólo soñando
con tener la vida que la sociedad que ellos mismos han creado les exige,
prisioneros de su propia jaula, encerrados en su propia burbuja, en su caja de
cristal. La rutina les hace sentirse seguros, nada puede salirse de los
esquemas y paradigmas que les impones la sociedad, y si por casualidad lo hacen
corren el riesgo de ser criticados, rechazados, humillados. Deben tener la vida
que sus padres quieren que tengan, porque también sus padres hicieron lo mismo,
los que no lo hicieron, ay pobre de ellos, hoy se encuentran pagando el precio,
porque fueron en contra de lo que la sociedad les exigía, fueron en contra del
sistema, y si lo hacen deben pagar el precio. Pues porque sí, lo único
importante ser parte del sistema que por darle un nombre más bonito lo llaman
sociedad, jamás en contra, nunca nades en contra de la corriente porque sino te
ahogarás, debes ir siempre a favor de la corriente, a donde ella te lleve, eso
es lo sensato, lo sabio lo correcto. Debes hacer lo que todos hacen, ser como
los triunfadores, que tienen un buen trabajo y gana mucho dinero, sobre todo
eso, dinero, no importa sí son felices o no, quien dijo que la felicidad era
importante. Todos dicen mira, aquel de allá esta progresando, oh tiene mucho
dinero, mira su ropa, su celular, su carro es el último que salió, tiene
tarjeta dorada, puede comprar lo que quiera. Es un triunfador.
Pero nadie se pregunta; será qué es
feliz, esa es la vida que soñó realmente, es esa la vida qué realmente quería,
o es la vida que la sociedad soñó para él, la vida que la sociedad deseó para
él. Entonces todos admiran lo que tiene, porque eso es lo que importa, eso es
lo que vale, lo material, pues para la sociedad alguien vale por lo que tiene,
no por lo que es, si no tienes lo suficiente para ser considerado alguien,
entonces eres nadie, un perdedor. Pero nadie se pregunta en qué triunfó realmente
ese triunfador. Triunfador en qué si no es feliz, logró éxito en qué si no fue
capaz de lograr el único propósito que tiene la vida, ser feliz, pues para eso
es la vida, y el que no es feliz en esta vida entonces es, el mayor de los
perdedores, no vale ni la carne de la
que está hecho. Pero este mundo está loco, es un mundo de esclavos. En cuanto
al amor ese tampoco importa, te dicen cásate, ten hijos y forma una familia, no
importa si estás enamorado o no, lo que importa es que el hombre o la mujer con
la que te cases sea de buena posición social y tenga futuro, y tener futuro
para ellos es lo que explique hace un momento. Entonces el amor dónde queda,
quien sabe, eso no importa, quién dijo que el amor importa en el matrimonio, si
el matrimonio no es la unión de dos personas que se aman. El matrimonio es la
unión legal de dos personas que se unen para sacarse el mayor provecho la una a
la otra, si son felices o no, no tiene importancia, pues la felicidad no forma
parte de las cláusulas que las dos personas firman cuando deciden unir sus
vidas. Así que este es un mundo de esclavos, que dejan por fuera de sus vidas
al amor y por lo tanto a la felicidad. Por eso ahora voy a contarles de mi
función en este mundo de esclavos, porque si, hasta ahora he hablado de los
demás pero no he hablado de mi, ahora si me lo permiten y no se han aburrido de
mi breve introducción voy a contarles de mi.
En
realidad no tengo mucho que contar, mi nombre y lugar de origen no importan.
Sólo les interesa saber como dije al principio que siento que no pertenezco a
este mundo, siempre sentí que mi vida no tenía propósito, sentido. Pero eso fue
hasta hace unos años, porque ahora se lo que soy y cual es mi propósito, soy un
depredador. Todo comenzó una noche que me encontraba viendo el papel de los
depredadores en la naturaleza, en ese documental decían que el papel de los
depredadores en la naturaleza era tener bajo control la población de otras
especies, y de pronto la verdad llegó a mi como un rayo de luz que entra por el
orificio de una pared en una habitación oscura, eso era, todo este tiempo y no
había visto la verdad que tenía frente a mis ojos. Era un depredador. Un
depredador, sí, un depredador de la raza humana el mayor depredador de todos. En
la naturaleza los grandes depredadores como lo son el león, el tigre, el puma,
el leopardo, la orca y el tiburón eran la cima de la cadena alimenticia, sí
dije eran, pasado del verbo ser, pues desde la aparición del hombre sobre la
tierra todo cambió, este comenzó a cazar a los grandes felinos para usar sus
pieles, cazó a los grandes del océano para comérselos. Esto lo convirtió en el
depredador absoluto, al hombre nadie se lo come, no forma parte de la cadena
alimenticia de ninguna especie, sin embargo el hombre come y lo consume todo, consume
todo lo que para él represente un recurso, y lo peor es que en la mayoría de
los casos no lo hace por necesidad, o sí, lo hace por necesidad, necesidad de
satisfacer su vanidad, su superflua superioridad, su codicia infinita, porque
así es el hombre, mientras más tiene más quiere. Entonces si el hombre se lo
come todo y a todos, si el hombre lo consume todo, quién se come al hombre,
quién controla a la población de la raza humana que se reproduce como mosquitos
en forma exponencial. Todo esto lleva a una sola conclusión, si el hombre es el
mayor depredador sobre la tierra, la única solución es que el hombre se devore
a si mismo, que el hombre sea su propio depredador.
Eso es lo que soy yo un depredador
de la raza humana, soy un hombre diseñado por la naturaleza para un único fin,
matar. Oh que palabra tan hermosa, profunda, única. Matar que verbo tan
complejo y simple a la vez, que placer tan exquisito el de quitar la vida a
otro, para mi no hay mayor deleite que ver los ojos de una persona mientras su
vida se extingue en mis manos, el mayor momento del día para mi es ver como se
dilatan las pupilas de alguien que pierde su vida en mis manos por mis manos. Matar
oh que placer, exquisito, magnifico, simplemente divino. Todo esto no lo digo
para justificarme y defenderme ante ustedes que hoy me juzgan, no, lo hago para
mostrarles mi naturaleza y para que entiendan por qué hice lo que hice, es que
no lo ven, sólo hice lo que vine a hacer a este mundo, pero para que me explico
ante ustedes esclavos del mundo, ante ustedes que hoy me juzgan por hacer lo
único que he venido a hacer, matar. Asesino, me llaman asesino, para ustedes
esa es una palabra horrible que se utiliza para calificar al hombre que ha
cometido el mayor de los pecados, para mi es simplemente un sinónimo de mi
mismo. Por eso antes de que decidan mi futuro voy a contarles mi experiencia
como depredador, en parte para honrar a los que han venido antes de mi a
realizar esta labor superior, noble, divina, y en parte para dejar un registro,
una guía para aquellos que vendrán
después de mi a continuar esta noble misión. Pues bien, he de confesar que al
principio me costó un poco asimilar mi naturaleza y por sobre todo mi misión en
el mundo, eso de matar gente no es algo fácil de comprender, si bien es cierto
que siempre había deseado matar a muchas personas, incluso desde que era niño,
jamás mis instintos asesinos habían traspasado los límites de mi imaginación.
Cuantas veces deseé destruir el mundo, cuantas veces me provocó ver el mundo
arder sólo para tener el placer de ver a la raza humana quemarse hasta
convertirse en cenizas, pero esto sólo ocurría en mi imaginación, nunca pensé
en llevarlo a la realidad. Pero ahora todo era diferente, matar no era más para
mi una ilusión que vivía dentro de los límites de mis sueños, no, ahora se
había convertido en el propósito de mi vida, en el objetivo de mi existir.
Entonces se presentó ante mi la mayor interrogante que he tenido hasta ahora;
por dónde comenzar, cómo y a quién debo matar, cómo hace mi propia cacería. En
mi caso y en de los que como yo nacimos para matar me encontraba en desventaja
con respecto a los demás depredadores del reino animal, pues ellos una vez que
nacen son entrenados por sus madres en el maravilloso arte de cazar, yo sin
embargo no fui entrenado por mi madre para cazar, no era conciente de mi
naturaleza y por muchos años crecí en la ignorancia, desconociendo mis propios
instintos.
Mi infancia y mi adolescencia
transcurrieron sin que supiera lo que realmente era, mi juventud llegó llena de
dudas y desilusiones, me sentía excluido, rechazado por los demás jóvenes, que
en apariencia eran como yo, mas en mi interior yo sabía que era diferente a
ellos, sabía que no pertenecía a esa masa de jóvenes idiotas que sólo tenían
como propósito alimentar la vanidad y la estupidez de sus superfluas y
patéticas vidas. Fue entonces cuando mi juventud comenzaba a extinguirse que
tuve la revelación que iluminó mi vida mostrándome el camino que debía
recorrer, no me decía cómo. Así que para despejar esta duda comencé por
investigar sobre aquellos que había venido antes que yo. Al buscar en la
historia a los depredadores me encontré que la lista era larga, desde el inicio
de la civilización, desde que la humanidad comenzó a dar sus primeros pasos,
los depredadores han estado ahí, hemos estado ahí. Me sorprendió ver que
históricamente a los depredadores humanos se les llama “asesinos en serie”.
Asesinos, nos llaman asesinos, pero esa palabra es muy general, pues define a
una persona que le quita la vida a otra sin importar la razón. Pero en mi caso
la razón obedece a algo superior a cualquier motivo humano alguno, ya que
mientras unos matan por pasión y otros por ambición, yo lo hago por cumplir con
mi función, por la necesidad de controlar a la población. Así que por respeto a
mi y a los de especie que por desgracia es la misma a la cual ustedes esclavos
del mundo pertenecen, les pido que no me llamen asesino, llámenme depredador,
porque eso es lo que soy. Yo no mato por ambición, ni por poder, ni por envidia.
Mato porque esa es mi razón de existir, para eso vine a este mundo. Qué si mato
por deseo o por placer, pues déjenme decirles que cuando se arranca la vida de
un cuerpo, el placer y el deseo van de la mano. Qué que se siente en ese
momento, oh esa pregunta es difícil de responder, pues el lenguaje humano no
posee las palabras suficiente para describirlo.
Ahora por favor les pido que no me
interrumpan más, trato de contarles mi historia y ustedes insisten con sus
preguntas idiotas, así que cállense, sirvientes, no son más que una estúpida
porción de la manada. Pues como les decía mi primer reto fue escoger a las
victimas o mejor dicho a los objetivos de mi misión, las opciones eran amplias,
por un lado estaban los mediocres que forman parte del montón, esos son la
mayoría, pero en realidad sus vidas son tan insulsas que no me provocaban en
aquel entonces ni mucho menos ahora terminar con ellas. Por otro lado sin
embargo estaban los triunfadores, los que logran sobresalir por encima del
resto de la manada, esos sí son más interesantes, están compuestos por una
fauna muy diversa, incluye mujeres que se creen el centro del universo sólo
porque su cuerpo, su rostro, su voz, son más hermosos que los de las demás
hembras del grupo al cual pertenecen, aunque no tengan mucha inteligencia,
porque…el placer se encuentra en la belleza, y al momento de obtener placer la
inteligencia no sirve para nada, sólo importan la belleza y el deseo. Otros
miembros de esta fauna tan variada lo son la versión masculina de las hembras que
acabo de mencionar, las características de estos son su capacidad para reunir
la mayor cantidad de hembras a su alrededor sin que ellas lo sepan, para lograr
esto utilizan sus atributos físicos y materiales, entiéndase su cuerpo, su
labia y su dinero, pero sobre todo las dos últimas, aunque hay especimenes que
lo logran utilizando las dos primeras, sólo que el efecto no es muy duradero,
ya que generalmente lo hacen con hembras hermosas que sólo les interesa un
macho con dinero, y al percatarse de que el que tienen al lado no lo posee, lo
mandan al carajo en menos de lo que dicen adiós. Sin embargo estos no son el
grupo más representativo de los triunfadores, aunque si son el más llamativo.
La verdadera muestra representativa de este grupo la constituyen las personas
que tienen como único objetivo ir tras el dinero y el poder. En este grupo no
importa tu apariencia física ni tu
habilidad para relacionarte con el sexo opuesto, lo único que importa es
tu capacidad para lograr lo que quieres sin importar los medios ni a quien le
pases por encima para lograr lo que todos quieren, y…qué es lo que todos
quieren. Tomar de la mano a los hermanos gemelos y caminar con ellos para toda
la vida. Y…quiénes son los hermanos gemelos. El dinero y el poder, estas
personas darían lo que fuese y hasta lo impensable para estar entre ellos dos y
agarrarlos por el cuello y no soltarlos nunca más.
Quiero acotar que en esta sala de
este tribunal en cual hoy me juzgan se encuentra una nutrida representación de esta especie que acabo de
nombrar. Así que asómbrense sirvientes y esclavos del deseo y del placer,
ustedes son mis presas favoritas, ustedes los que no les importa nada con tal
de llegar a su objetivo sin importar el camino que tomen, sí ustedes, son a los
que más disfruto matar, y saben por qué, ah no, pues bien yo se los voy a
explicar, la razón es muy sencilla. Disfruto ver como su vana ilusión de que
tienen el control sobre sus vidas y las de los demás desaparece en mis manos
mientras sus cuerpos dejan de respirar. Uhmmm,
el sonido que producen cuando sienten que están respirando su último aliento no
tiene comparación, el sabor de la sangre tibia es el mejor de todos, aunque si
a sabores vamos la sangre de los bonitos sin cerebro sabe mejor que la de
ustedes, debe ser porque es más limpia en cierto modo, pero sangre es sangre y
no hay nada mejor que ese sabor, y aún mejor es sentirla sobre la piel cuando
sale de un cuerpo apuñalado y te salpica en la cara, es tan tibia, tan
agradable, esa sensación no tiene comparación.
Oh, recuerdo a mi primera victima
como si fuese ayer, era una noche oscura, sin luna, el cielo estaba nublado,
había llovido toda la tarde y hacia un poco de frío, yo estaba oculto detrás de
un árbol junto a la acera, esperando, esperando, ansioso, todo mi cuerpo
temblaba excitado, lleno de emoción, había
planeado ese momento durante meses, y entonces sucedió, oí venir, podía oír a
lo lejos el tac tac de sus tacones,
llevaba meses observándola, todas las noches la vía pasar por esa calle hacia
su casa, pasaba tarde, alrededor de las diez, unos minutos más unos minutos
menos. Era rubia, su piel bronceada podía verse a pesar de la oscuridad de la
noche, supuse en aquel entonces y sigo pensando ahora que iba muy seguido a la
playa para poder tener ese bronceado tan perfecto, aunque después me enteré que
existen métodos para broncearse sin tener que exponerse al sol, pero…que estoy
diciendo me estoy desviando del tema. Como les decía, era una rubia muy
hermosa, tenía un hermoso cabello, largo y sedoso, siempre llegaba a su casa
sola, lo que simplificaba mucho mi tarea, habría sido muy complicado matarla si
hubiera tenido compañía, pero en fin, ella era la indicada, la descubrí por
casualidad una noche, iba en el metro sin rumbo alguno, recorriendo la ciudad
en busca de algo que me indicara como encontrar a mi primera cacería, y…de
pronto, ella llegó a mi, al parar en una estación las puertas del vagón se
abrieron y entre el remolino de gente que salía y entraba percibí ese olor, un
olor único, exquisito, excitante, un olor natural, a flores, a frutas, a hierba
mojada, a lluvia. Me volví loco, un frenesí se apoderó de mí, mi corazón latía
rápido, rápido, muy rápido cada vez más, podía sentir la presión de la sangre
en mi cabeza, respiraba con dificultad como si no hubiese suficiente aire y
entonces la vi, era ella, era mi señal, era la indicada, simplemente hermosa. No podía dejar de mirarla, de pronto sentí
deseos de tocarla, de colocar mis manos sobre su piel y recorrer todo su
cuerpo, pero me contuve, espere a que se bajara del metro y la seguí hasta su
casa, esa noche no pude dormir, imagine y soñé que estaba junto a ella, que
tocaba su cuerpo desnudo, su suave piel, que era mía, todo su cuerpo, toda
ella, era mía y de nadie más, entonces lo decidí todo, lo planeé todo, cada
detalle, por eso esa noche esperé con paciencia, esperando, esperando, a mi
presa, mi regalo de la naturaleza, a ella. La vi pasar en frente de mi, ella no
pudo verme, estaba oscuro y el árbol me ocultaba muy bien, ahora pienso que
aquella noche todo estaba a mi favor, la oscuridad, el árbol junto a su casa,
el silencio, al parecer esa noche todos decidieron dormir temprano. Esperé a
que llegara a la puerta y entonces decidí salir de mi escondite y me acerque
sigilosamente, tomé el cuchillo que llevaba en la mano con fuerza y en medio
del silencio me acerqué, su olor me volvía loco, aumentaba mi emoción, me
excitaba aun nivel superior, me sentía capaz de todo, podía hacer lo que fuera,
nada era imposible para mi. La tomé por sorpresa, como estaba frente a la
puerta no pudo verme llegar, la tomé por el cabello, coloqué el cuchillo en su
cuello y la obligué a entrar, intentó gritar, pero rápidamente quité mi mano de
su cabello y la coloqué sobre su boca ahogando sus llamadas de
auxilio___cállate, le dije con voz fuerte y firme, ___abre la puerta y no hagas
ruido y no te pasará nada. Entramos, cerré la puerta y le ordené que encendiera
la luz. Ah! Ahora que la tenía tan cerca su olor me mataba, me estaba volviendo
loco, era irresistible, alucinante, no aguanté más, de un golpe la tiré al
suelo y me arrojé sobre ella, sin darme cuenta la estaba golpeando en el
rostro, ese rostro de ángel en el cual brillaban esos hermosos ojos azules que
me miraban con miedo y desesperación, la golpeé cada vez más, golpeaba,
golpeaba, golpeaba, hasta que noté que mis manos estaban llenas de sangre,
sangre por todos lados, tomé el cuchillo y corté su ropa, se la arranque, ahora
mi sueño se hacía realidad, su cuerpo desnudo, ahora era mío, todo mío y ella
fue toda mía esa noche, hasta su último aliento. Después de recorrer y explorar
cada rincón de su hermoso y delicioso
cuerpo, después de pasar mis manos por toda la extensión de su suave piel, tomé
el cuchillo y lo clave entre sus grandes, firmes y hermosos senos, y mientras
lo hundía, la besé, besé sus labios sangrantes mientras mis manos hundían el
cuchillo en su pecho.
Ahhjjj! Disculpen mi emoción señoras
y señores, disculpen si me he dejado llevar por la pasión mientras les narraba
esta historia pero, como deben entender, esa fue mi primera vez, la primera vez
que le quité la vida a alguien, esa noche me convertí en depredador. Veo que
hay miedo y horror en sus ojos, veo asco en sus rostros, pero no entiendo, yo
soy el que debería sentir asco de ustedes, bola de inútiles sirvientes,
esclavos, gusanos, monos que hablan, sí, eso son, monos que hablan. Pero no
importa continuaré con mi historia, después de esa noche pasé unas cuantas
semanas inactivo, disfrutando mi logro, me sentía realizado, me había
convertido en depredador, pero al pasar los días la emoción que me había
producido el matar y devorar en cierta forma a esa joven y hermosa mujer estaba
comenzando a desaparecer, ya oler su cabello no me excitaba tanto, oh perdonen
olvidé mencionarlo, como recuerdo, como trofeo, aquella noche corte un mechón
de su cabello, un cabello que despedía ese olor tan delirante.
Así que me puse en movimiento nuevamente, salí a la
calle nuevamente, salí a la calle en busca de una nueva victima, con la
diferencia de que ahora ya sabía lo que buscaba, mis presas, las personas que
me permitirían llevar a cabo mi misión debían tener algo especial, algo que las
hiciera diferentes al resto de la manada, y así fue, una tarde paseando por la
plaza la oí, esa voz, esa voz tan dulce, suave, penetrante, pero a la vez
alegre y graciosa, era como una melodía. Me hipnotizó lo confieso, pero lo
mejor fue cuando identifique de aquel sonido tan delirante, era joven y
hermosa, morena de cabello negro y rizado, de ojos cafés que irradiaban alegría
e inocencia, pero lo mejor de todo era lo que estaba oculto detrás de sus
delicados labios, aquello me impresionó de tal manera que jamás lo podré
olvidar, aquello era simplemente único, dentro de esa boca estaban los dientes
más hermosos que había visto, blancos, brillantes, perfectos, cuando sonreía
ellos se asomaban tímidamente entre sus labios y se dejaban ver por mi, estaban
tan bien alineados dentro de su boca, tan derechos, tan perfectos. Nuevamente
puse mi plan en marcha, lo calculé todo, la seguí durante semanas, meses hasta
que al fin llegó el día, esperé en medio de la noche dentro de mi auto, lo estacione en frente de su
edificio, sabia que todos los miércoles ella llegaba tarde, entre las nueve y
las nueve y media, y por ser a mitad de semana no había nadie a esa hora en la
calle, tenía en el auto una botella con cloroformo y un pañuelo, cuando la vi
llegar saqué la botella, moje el pañuelo y salí, me dirigí hacia ella
rápidamente y acercándomele por la espalda coloqué el pañuelo sobre su nariz y
su boca, luchó fuertemente durante unos segundos, pero después dejó de hacerlo
y se quedó dormida. La metí rápidamente en el auto la lleve a mi casa, bajé
rápidamente y la coloqué en la sala, la desnudé, le amarré las manos en la
espalda y esperé a que se despertara, mientras dormía me dediqué a observar su
cuerpo, era hermoso, su piel morena como la canela era suave y firme. Apenas
despertó encendí la radio a todo volumen para que no se oyeran sus gritos y
procedí a divertirme con ella, verla llorar mientras me decía que parara, que
la lastimaba, me hacía reír muchísimo, verla sufrir mientras las lagrimas
brotaban de sus ojos era para mi un placer, una vez hube calmado mis instintos
y saciado mis deseos procedí a terminar mi misión, tomé el cuchillo con el cual
me había convertido en depredador y lo clavé una y otra vez en su pecho
mientras la sangre me salpicaba en el rostro, sentir su sangre tibia sobre mi
cara ha sido una de las experiencias más agradables que he tenido, luego tomé
una pinza y con mucho cuidado extraje los hermosos recuerdos de su boca, es
increíble pero aún hoy después de tantos años siguen siendo tan blancos como
aquella noche.
Después de ella las demás victimas
fueron más sencillas, comencé a buscarlas en estratos más altos pues me di
cuenta que a los que debía eliminar era a la gente como ustedes, los que nos
les importa nada con tal de obtener lo que quieren. La verdad es que al
principio sólo mataba mujeres puesto que eran las más fáciles, pero luego
adquirí tal habilidad que me era indistinto matar hombres o mujeres, aunque
debo reconocer que con las mujeres eraducho más divertido, sin embargo recuerdo
a un muchacho que tenía los ojos mas hermosos que había visto y que he visto
hasta ahora, era de piel morena y tenía unos ojos verde-amarillosos que
contrastaban de tal manera con su piel que no me pude resistir, verlos era todo
un deleite, me costó un poco extraérselos, tuve que amarrarlo muy bien mientras
se los sacaba, tuve que hacerlo mientras él estaba vivo, pues temí que si lo
hacía después de matarlo podían perder ese brillo y ese color tan especial,
pero me desilusioné más tarde, fuera de su rostro ya no me parecieron tan
hermosos.
Ya se que
los doctores dicen que estoy loco, sí, ustedes que se hacen llamar doctores
quieren encerrarme para siempre en un hospital psiquiátrico, porque dicen que
estoy loco, que soy un ser irracional, que no está consciente de su realidad.
Pues déjenme decirles que yo no estoy, que no soy un monstruo, no puede estar
loco aquel que sigue a la naturaleza, aquel que sigue a sus instintos, dicen
que soy malo, que cometí muchos pecados, eso es simplemente absurdo, no puede
pecar aquel que honra a la naturaleza como lo hice yo, no puede actuar mal
aquel que cumple con el propósito para lo cual fue creado. Es que no lo ven, es
natural seguir a los instintos, es natural matar como lo hice yo, es natural
causar dolor y sufrimiento porque en causar dolor y sufrimiento está nuestro
placer, ese placer es el regalo que nos da la naturaleza a los que la honramos
y la seguimos, a aquellos que cumplimos con lo que ella nos encarga. Soy un
héroe, gracias a mi este mundo ahora tiene menos esclavos, menos plagas que lo
devoran todo a su paso como las langostas y las marabuntas. Soy un ser superior
alguien que está más allá de su comprensión. Ahora me condenan a una vida de
encierro, pero no importa, ya cumplí con mi propósito, le fui fiel a mi
naturaleza y la amé con todas mis fuerzas. Por eso se que cuando la muerte
venga a liberarme de mi prisión me llevará a un lugar donde seré recompensado
como el héroe que soy. Por último déjenme decirles algo, no se sientan tan
tranquilos por deshacerse de mí porque nosotros somos cientos y detrás de
nosotros vienen miles. si te gustó lo que leíste la mejor forma de agradecerme es compartir este enlace con tus amigos en las redes sociales
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